Las corridas de toros programadas para el domingo y lunes próximos en Ciudad de México podrán desarrollarse luego de una nueva decisión de la justicia que revierte su suspensión temporal, informó el viernes el Consejo de la Judicatura de ese país.
La medida, sin embargo, no es definitiva, ya que el próximo 7 de febrero tendrá lugar una audiencia que definirá si se suspenden o no definitivamente estos espectáculos en la capital mexicana.
Según el fallo de un tribunal colegiado, “no se acredita el interés social que justifique la medida suspensional”, que “impacta de manera negativa en toda una serie de actividades y derechos, que al menos hasta este momento constituyen una actividad lícita”.
La empresa que gestiona la Plaza México celebró que las corridas programadas para el domingo y lunes se llevarán acabo a través de un comunicado en el que destacó “su compromiso” con las “tradiciones y riqueza cultural” relacionadas con las actividades taurinas.
El pasado miércoles una jueza suspendió esos encuentros, que se habían reanudado el domingo previo en medio de protestas.
Esa medida fue resultado de la impugnación hecha por la asociación Todas y Todos por Amor a los Toros, que advirtió que continuará con sus acciones legales para que sean prohibidas definitivamente las corridas.
No se ha resuelto “el fondo del asunto, por lo que agotaremos todos los medios legales en la defensa del bienestar animal”, aseguraron en una nota difundida por el diputado Jorge Gaviño, coordinador de la Asociación Parlamentaria Izquierda Liberal de la Ciudad de México.
Con unos 42.000 espectadores en sus tribunas, la Plaza de la capital mexicana celebró el domingo pasado su primera corrida en 20 meses, luego de que el tribunal supremo revocara en diciembre un fallo judicial que impidió entonces realizar ese tipo de espectáculos.
Cuatro de los 32 estados de México ya han prohibido la fiesta brava mientras que otros países de Latinoamérica debatieron el tema con diversos resultados: en Bogotá y Quito prohibieron matar al toro, Venezuela canceló algunas corridas y en Perú los tribunales fallaron contra la prohibición.